Resumen histórico de la Orden II

Durante los siglos VI, VII  y VIII no se tienen mayores noticias de estos monasterios: los vándalos y los árabes se encargaron de borrar su historia hasta hoy. Durante los siglos IX y X san Agustín fue suplantado por Benito, cuya regla invadió los monasterios existentes desplazando así la de san Agustín. Pero no todo es tinieblas: en la segunda mitad del siglo IX surgen, especialmente en Francia, asociaciones de clérigos diocesanos  o canónigos, que pronto daría origen a los canónigos regulares de San Agustín. Serán los encargados de ir llevando el espíritu o carisma Agustiniano hacia adelante, sobre todo durante los siglos XI y XII. Entre los años 1120 y 1130, siglo XII, la regla de San Agustín vuelve a tomar auge y se convierte en la regla oficial de las comunidades canonicales, preparando así el nacimiento de la orden de San Agustín, siglo XIII.

La Orden de San Agustín, OSA, no viene, pues, directamente del santo obispo de Hipona. Se forma, además de los canónicos regulares de San Agustín, con algunos grupos de ermitaños que se habían ido formando en Italia desde comienzos del siglo XIII, independientes pero con espíritu Agustiniano y bajo la protección de San Agustín, aunque poco o nada sabían del Santo. En el año 1256, bajo el pontificado de Alejandro IV, estos grupos se unen y dan origen a la Orden de San Agustín;  el acontecimiento recibe el nombre de La Gran Unión de 1256. A partir de este momento la historia del monacato agustiniano no presentará lagunas como en los siglos VI - XII, aunque si tendrá, como toda institución, altibajos: florecimientos y crisis.

Entre 1256 - 1303 la OSA atraviesa por el primer período, que es de acoplamiento y expansión por toda Europa. El Segundo período, 1303 - 1350, es de gran esplendor y florecimiento espiritual.

A este período pertenecen algunos de los primeros y principales santos de la OSA como san Nicolás de Tolentino (muerto en 1305) y santa Clara de Montefalco (1268 - 1308). Es en este período, más concretamente en 1376, cuando el Papa Gregorio XI le da por primera vez a San Agustín el título de FUNDADOR. El tercer período, 1350 - 1539, es de  decadencia y confusión por diferentes motivos. A esta época pertenece Lutero, el inspirador del protestantismo. Es, pues, un período de grandes crisis pero también de grandes santos como San Juan de Sahagún (1430 - 1479=, San Juan Stone (martirizado en 1539) y Santa Rita de Casia (1380 - 1447). Mas tarde vendrá también Santo Tomás de Villanueva (1486 - 1555).