Continuamos con la presentación de la historia de la vida religiosa según el padre Jesús Álvarez
EL MONACATO DEL DESIERTO
Los orígenes del monacato coinciden con el
final de las persecuciones de los primeros siglos y los monjes van a ser los sucesores de los mártires.
Es difícil establecer una división. Nos encontramos en un momento en que el
Edicto de Milán ha declarado la paz y el Cristianismo ha sido declarada religión
oficial del Imperio Romano en el año 380 por el emperafdor Teodosio el
Grande.
El monacato del desierto se considera como una denuncia profética. Aparece como una reacción ante una vida degradada. De las catacumbas símbolo de la represión de los cristianos se pasa a las grutas y celdas solitarias.
El monacato del desierto se considera como una denuncia profética. Aparece como una reacción ante una vida degradada. De las catacumbas símbolo de la represión de los cristianos se pasa a las grutas y celdas solitarias.
La ascesis en los orígenes no era para
luchar contra la carne, era sobretodo para fortalecer la opción de la fe hecha
por el bautismo. Más que una forma de protesta se convierte en una forma de
vivir que tiene su origen en una llamada de Dios. Buscan el desprendimiento y el
fervor que ya no se pueden encontrar en ese mundo que ahora se ha tornado
excesivamente acogedor para los cristianos. Estos cristianos que huyen a la
soledad de los desiertos quieren ser el corazón de la Iglesia que antes habían
sido los mártires: una llamada permanente a la condición escatológica del
cristiano, que debe vivir este mundo como de paso, sin ciudad permanente. Los
monjes se apartan del mundo, protestando contra él. Buscan la serenidad, la
calma, la honradez que no pueden encontrar en sus familias. Son gentes mal
vestidas. Que no se lavan, no se cortan las uñas. Protestan contra una Iglesia
demasiado instalada, farisaica, cómoda, rica y poderosa.
A San Antonio se le conoce como padre del monacato del desierto.
Hay unas constantes presentes en la historia del monacato del desierto:
La separación del mundo:
El prototipo fue San Antonio. La meta que soñaba el
monje era la soledad absoluta.
Características:
1- La distancia geográfica: se separaban de las casas.
2- La distancia sociológica: de la gente.
Características:
1- La distancia geográfica: se separaban de las casas.
2- La distancia sociológica: de la gente.
Motivos:
1º Una donación de gracia del Espíritu Santo.
2º Disminuir las ocasiones de pecar.
3º El recuerdo de Dios: mediante la oración o la contemplación.
4º La atención al mundo interior; deseo de soledad.
1º Una donación de gracia del Espíritu Santo.
2º Disminuir las ocasiones de pecar.
3º El recuerdo de Dios: mediante la oración o la contemplación.
4º La atención al mundo interior; deseo de soledad.
La renuncia:
Era un programa de vida espiritual que el monje
hacía a lo largo de la vida.
El ideal monástico se resume por Casiano
en:
1- Desprecio de todas las riquezas.
2- Rechazo de las malas costumbres y vicios del cuerpo y del alma.
3- Despojar de la propia mente todas las cosas visibles a fin de ejercitarse en las invisibles.
1- Desprecio de todas las riquezas.
2- Rechazo de las malas costumbres y vicios del cuerpo y del alma.
3- Despojar de la propia mente todas las cosas visibles a fin de ejercitarse en las invisibles.
La renuncia del monje lleva a la pobreza, se
renuncia a los bienes materiales. Una forma de pobreza fue el trabajo manual.
Que junto con la oración y la lectio divina (Lectura de la Biblia) era toda la
ocupación del monje. Por esto algunos los critican de vagos: "El dolce
farniente"
La vida en soledad y el celibato por el
reino:
La vida solitaria en el desierto es símbolo de la
soledad humana. Es un solitario que pide ser colmado por la presencia de
Dios.
Ha elegido vivir sin compañera. Se dice que el primer monje fue Adán antes de que "naciera" Eva. La Biblia griega traducía castidad por monotropía: tender a la unidad. No estar divididos.
Ha elegido vivir sin compañera. Se dice que el primer monje fue Adán antes de que "naciera" Eva. La Biblia griega traducía castidad por monotropía: tender a la unidad. No estar divididos.
Para ser monje no basta la unificación exterior
también hay que tender a la unificación del espíritu, para que el entendimiento
pueda orar sin interrupciones.
Apatheia
Es la paz profunda hasta hacer desaparecer no sólo
la tentación del mal sino el recuerdo del mal. Es más don de Dios que conquista
humana aunque el esfuerzo es imprescindible.
Cuando uno llega ora sin distracciones, tiene paz en su alma, está tranquilo y capacidad para juzgar objetivamente. Reduce lo sensible e inteligible a lo espiritual.
Cuando uno llega ora sin distracciones, tiene paz en su alma, está tranquilo y capacidad para juzgar objetivamente. Reduce lo sensible e inteligible a lo espiritual.